Semáforo (una
historia en dos partes)
Por Héctor Juárez
Recibí un correo
electrónico de Raquel invitándome a la fiesta de cumpleaños de Adrián. El tema es
el semáforo. Me suena un poco a que mis queridos amigos siguen jugando a ser la
celestina de la "pandilla" o sencillamente están cansados de ser la
única pareja del club de los "forever alone", grupo de quienes
rebasamos las tres décadas de vida y que seguimos a la espera de nuestra media
naranja. Raquel y Adrián más de una vez han intentado crear conexiones entre su
nutrido grupo de amigos, pero parecen no tener suerte, así que han decidido
utilizar este festejo para comprobarnos a todos que si puede existir el amor a
primera vista, ¡ilusos!. En fin, la regla para la fiesta es simple, los
invitados deberán vestir una prenda verde si están disponibles, amarilla si
tiene una situación emocional complicada y roja si ya están comprometidos.
Esta invitación me
da la tarea de reflexionar el color que seleccionaré para vestir en dicha
reunión. De manera cínica y honesta debería ir con una prenda verde, no tengo
compromiso con nadie, no salgo formalmente con alguien, pero para ser sincero
creo que el verde no me va muy bien. Podría ir con esa camisa a cuadros que
siempre ha tenido fama de parecer un bonito mantel de día de campo de cuadros
blancos y amarillos, eso sería más sincero de mi parte, pues entre los
arándanos, las ciruelas y el feng shui no tengo cara para discutir que no estoy
en una situación emocional complicada. De rojo, simplemente imposible, pues el
que mi cabeza este en un lado, mi corazón en otro y mi cuerpo de vez en cuando
me traicione, no quiere decir que esté con alguien, es más, si así fuera
tendría con quien asistir. Por cierto, para la fiesta me decidí a ir de morado
y ya veré como resulta.
jajaja
ResponderBorrarTe agradan los elogios.
Eso es lo que creo pues no encuentro otro motivo a tu petición de que te comente en tu blog; y aguas, no estoy escribiendo por compromiso, de todos modos te lo habría comentado in box por facebook.
Este ha sido el texto más gracioso que he leído escrito por ti... jajajaja... no podría explicarte por que mi risa... tal vez algún día :).
Jajajaja
También me encanto :)