jueves, 13 de septiembre de 2012

Pilar


Pilar
En marzo de 2003, a un par de meses de haberme graduado, tuve la fortuna de ingresar a trabajar en una de las dependencias federales que tienen una de las laborales más loables, el cuidado al medio ambiente. SEMARNAT ha sido uno de las mejores experiencias en mi vida laboral, me dio el brinco a la burocracia federal y me dejo grandes enseñanzas personales, además de haber servido de escenario a muchas de las mejores experiencias que he podido vivir. Y bueno, es en este lugar donde la conocí, en ese momento yo recién había cumplido 22 años y aunque ya había trabajo como auditor, era la primera vez que me convertían en un mando medio, pues era mi primera Jefatura de Departamento en la que mi mentor había apostado por mí.

Hoy puedo confesar no recordar si fue más terrorífico mi primer día en la primaria o mi primer semana en ese trabajo, pues nadie me hablaba y si a eso le añadimos mis subdesarrolladas habilidades sociales, mi caso era terrible, sin embargo, hubo alguien que se acerco y dijo: hola, soy Pilar Jiménez, soy abogada. Debo reconocer que saber que alguien se había enterado de mi llegada y me tendía la mano me hizo sentirme más cómodo, aunque su amabilidad le costó cara, pues no deje de irla interrogar el millón de veces que fue necesario hasta aprenderle todo lo posible al tema ambiental.

Mentiría si dijera como se fue tejiendo nuestra amistad hasta llegar a este momento, en el cual dice que mis papás son sus papas prestados y en el que mi propia hermana le dice hermana postiza. Es por esto que nunca serán suficiente unas cuantas líneas para describir todo lo que ella es, pues su persona engloba a una abogada brillante, a una inestable emocional, a una imprudente inofensiva, a una amiga fiel, a una muy poco confiable organizadora de fiestas, a veces gritona, a veces la más leal, la que siempre esta, si, también a veces aquella a la que medan unas ganas de darle unas buenas cachetadas, pero que es eso, sino la amistad.

Pilar me ha llenado de ejemplos de profesionalismo, de tolerancia y de lealtad y también, porque no aceptarlo, de muchos otros sobre como no reaccionar en la vida personal. Me ha hecho sentir que cuento con alguien para apoyarme. Sé que a veces no he sido el mejor amigo, pero soy perfectible y cada día trabajo en seguir creando una mejor versión de mi mismo. Me ha compartido secretos, preocupaciones, borracheras y hasta tuvimos la oportunidad de viajar juntos y sobre todo y estoy convencido de ello, me ha enseñado a reírme cada vez más de mi mismo, a no tomarte tan enserio, a disfrutar, a probar, a soñar y a no sé cuantas cosas más, por lo cual debo decir que la única forma que encuentro para decir lo importe que es para mí, es con un GRACIAS POR EXISTIR AMIGA. Gracias porque tu tenacidad con el tema de “La Pandilla” ha sido mi mayor aliciente para volverme a permitir formar parte de un grupo, en el cual como tu nombre lo dice siempre seras un Pilar.

Te quiero. 

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